Debo confesarte que cuando mi hija de 12 años fue directa a tu libro no me sorprendió. En casa llevamos el tema de la trascendencia del iaio algo distinto a lo que puede llevarlo el resto. Y es que en casa la alta sensibilidad es la norma. No sabes cuánto te agradezco que hayas plasmado tan claro y sencillo un tema que no es muy “visible”. Tú libro es un tesoro, saber que no somos tan raritos y que somos muchos nos ayuda a normalizar.
Gracias Teresa, gracias.
