Conocí el libro «¡mamá, he visto al abuelo!» a través de una sabia amiga mía y fue un libro que me fascinó.
Nunca había leído un libro tan claro y con tanta información de cómo gestionar todo lo que a uno le ocurre y no entiende. La primera vez me lo leí en ciertas circunstancias de caos en mi vida, a mis 25 años y la segunda vez en plenos cambios de trabajo, vivienda y otros, a mis 28 años. Esa vez descubrí que Teresa tenía una escuela de sensibilidad y me lancé sin pensarlo dos veces.
Siempre he sido una persona muy sensible y desde muy pequeña me han pasado sucesos los cuáles los adultos no me han podido ayudar y yo no entendía qué me pasaba. Mi necesidad era sobre todo entender que todo lo que me sucedía era «real» y saber qué hacer y cómo llevarlo en mi vida cotidiana. El pánico a la oscuridad o a explicar a mi alrededor o ser rechazada eran una de las causas que quería trabajar.
Después de hacer el curso me entiendo más, entiendo que lo que me sucede no son casualidades ni imaginación y ahora aprecio este «don» que se me ha dado. Lo he apreciado en mi día a día.
Compartir con demás compañer@s de todas las edades y ver que no estás sol@ es lo mejor del curso. Avanzas a pasos de gigante junto a ell@s.
Sin duda pienso seguir avanzando junto a Teresa y los demás porque conocerte a ti mismo a través de esa sensibilidad que ya tienes es increíble.