Sensibilidad… adoro la palabra SENSIBILIDAD. Definida como la capacidad para percibir sensaciones a través de los sentidos. Ahora adoro esta gran palabra y he encontrado el sentido positivo de ella pero hace algunos años este nombre no me gustaba en absoluto ya que debido a esta gran sensibilidad que tengo, sufría muchísimo y lo vivía todo desde la perspectiva del sufrimiento y el dolor. Empecé a trabajar sobre ello, sobre las propias emociones y la gestión de la misma. Mi vida empezó a cambiar porque empezó a cambiar mi mirada. Y mientras caminaba por el sendero encontrándome a mi misma y encontrando el sentido a todo, apareció una gran maestra llamada Teresa. Empezamos a trabajar con las constelaciones. El camino se empezó a despejar a gran velocidad, a entender cada vez más rápido y a experimentar el gran sentido de la vida como una bonita y grande experiencia, disfrutando cada instante. Llegó el día que Teresa me propuso realizar los talleres de sensibilidad y pensé: ¿Por qué no? Y a ello fuí. ¡Qué gran decisión tomé en su día! Aprendí a potenciar aún más la sensibilidad pero desde un lugar que me permite conocerme más a mi misma, a tener herramientas para canalizar y gestionar el día a día, a regresar a los espacios de paz que cada uno de nosotros tiene y también a poder separar mis propias emociones de las de los demás para así no sumergirme y, desde un lugar de paz, entendimiento y amor, poder acompañarlos. Solo puedo decir: EXPERIMENTA este curso, vívelo y úsalo y verás los resultados. Solo se puede entender cuando se vive la experiencia. Si quieres vivir la vida en tu propia esencia y experimentar la magia de la vida este es el lugar y la oportunidad de empezar. No te lo pienses, ¡EXPERIMENTA! gracias Teresa por aparecer en mi camino, enseñarme herramientas para la autogestión, para hacer más ameno y ligero el camino y por acompañarme en este bonito viaje llamado VIDA.